Lo fresco es frágil y se deteriora con rapidez, de modo que lo compramos fresco en un momento a cada minuto que pasa lo es menos. Hasta el extremo que una de las diferencias más llamativas entre un producto fresco de yn restaurante de campanillas y otro más humilde es la calidad de la habitación en la que duermen uno y otro.
Nosotros hemos optado por trabajar lo fresco solo un par de horas, haciendo conservas inmediatamente de lo fresco con las técnicas ancestrales de nuestro Mediterráneo natal (en la que las conservas de lo fresco, no de lo congelado como resulta tan común hoy en día).
De verduras carnes y pescados:
El proceso de elaborar conservas es siempre el mismo, la extracción del líquido por desecación de agua del producto o por salado del mismo y el tratamiento de este resultante por medio de humos o especias que le hagan la vida difícil o casi imposible a las bacterias que acabarían por degradar el producto.
Además en estos procesos, cuando realizados con mimo, aparecen sabores y aromas nuevos que enriquecen el producto dándole una serie de propiedades de las carecía en principio.
Pepe y Norbe con la primera conserva de parpatana